Atronadores decibelios, chirriantes alaridos, infernales riffs, coplas infractoras de varias leyes...en definitiva, buena música.

martes, 9 de octubre de 2012

ON TOUR: MANITOBAS + RORY KELLY'S TRIPLE THREAT (8/9/2012)



"Ross, this is my friend Lolo" y así, a la puerta de la sala Supersonic, el sr. JJ de Retorno a la Escena del Crimen me presentó al mismísimo Ross "the Boss" Friedman, quien me extendía la mano, sonriente y afable. Sí, ese Ross the Boss. Tal y como se lo estoy contando a ustedes. Para que os hagáis una idea, así empezó la noche.


La semana pasada hablábamos de la decepción que nos llevamos con el divo Ripper Owens y hete aquí que el karma en esta ocasión nos compensó con creces, si la semana pasada tuve que ir a toda prisa y corriendo, tras una maratoniana sesión de curro, con un principio de bronquitis algo puñetera y sin cenar, aquí me presentaba con tiempo y tranquilamente y con un señor bocata de chicharrones con sal y limón entre pecho y espalda. Y acto seguido, estaba a las puertas de la sala donde he estado tantas veces charlando animosamente con el que fundara Manowar y dos personajes de la talla de J. P. Thunderbolt y Dean Rispley, quien, dejen que les diga, es uno de los tíos más de puta madre que jamás he visto tanto dentro del escenario como debajo del mismo y un auténtico académico del rock, pues fue capaz de nombrar bandas españolas de punk y rock de las que yo no tenía ni puñetera idea.

Ya sabéis que no soy muy de críticas y reseñas más o menos serias, pues en ese plan todo lo que podría decir serían clichés más o menos acertados, por eso solo os puedo contar las impresiones que me llevé ante una situación tan, valga la redundancia, impresionante como es presenciar una actuación de unas auténticas leyendas como The Dictators jugando encima con alineación de honor. Dicho esto, allá que fuimos Miss Marvel, quien apuesto que jamás se arrepentirá de haber ido al concierto, y la siempre grata presencia también del gran Recluso Tarkovsky, a la postre portador de buenas noticias. Ensimismados con tanta charla tanto entre nosotros como con los buenazos de Dean y Ross, ilustrándonos con cotilleos sobre el affair Manowar y demás, nos sorprendió el comienzo de la actuación de todo un telonero de honor, una bestia sureña llamada Rory Kelly que ya hiciera méritos con los grandes Crank County Daredevils.

"¡Y estos son los teloneros!" exclamaba más acertadamente que nadie el Recluso. Y es que es impresionante la caña que ofreció el señor Kelly en formato trio con su propio padre a la batería (todo un orondo señor redneck con su camiseta de tirantas y orgulloso bigotón, mi amigo Don Hyundai se habría enamorado pérdidamente de tamaño personaje). Además de dar cuenta de un trabajo discográfico reciente que por cierto es buenísimo, hubo alguna excelente versión que lo puso todo patas abajo. Sorprendente el Stealin' de Uriah Heep, explosivo Jumpin' Jack Flash y traca final con Baby, Please Don't Go.

Justo es reconocer la labor de Rory Kelly, no solo por su gran calidad sino porque Manitobas estaban dispuestos a que nos olvidáramos pronto de tan ilustre telonero. Sí, Manitobas, al igual que el nombre artístico del genial líder y frontman Handsome Dick Manitoba. Por lo que se ve es Andy Shernoff, el que fuera el bajista de los Dictators quien posee legalmente el nombre de los mismos desde hace años, por lo que ya todos estábamos informados del cambio de nombre y no nos importaba lo más mínimo. Total, el resultado fue un bombardeo de clásicos de los decanos del punk rock uno tras otro: Pussy & Money, Avenue A, New York, Faster And Louder, Baby, Let's Twist... así y sin parar. Nunca en mi vida había visto un show de punk rock similar, temas rápidos, directos y sin dejar cuartel. Impresionante la catársis alcanzada en clásicos como Stay With Me y la inmortal Who Will Save Rock'n'Roll? A partir de ahí todo era una locura ya.

Presentando cada tema y haciendo lo suyo mejor que nadie, un monstruo como Handsome Dick, genio y figura. Si la veteranía es un grado, al amigo Dick no le pueden caber más condecoraciones. Genial base rítmica con Dean Rispley y J.P. Thunderbolt y dos guitarras de lujo, pues a la presencia de un soberbio Ross hay que sumar a todo un grande como Daniel Rey, todo un grande en la sombra, músico y productor al que mucho le debemos y quizás no lo sepamos. Además, aguantó estoicamente a un imbécil que no dejaba de incordiar sobremanera a la banda.

Si encima, se reservan una tanda de bises con nada más y nada menos que The Minnesota Strip (!!!!!) y el clásico de MC5 Kick Out The Jams pues ya sí que no tengo nada que decir. En serio, no hay palabras para describir este concierto, uno de los mejores que ha podido presenciar quien esto escribe y todo un honor para cualquiera tener un lunes sin nada de especial a una banda tan grande y legendaria a escasos metros (centímetros, diría yo) y a veinte minutos de tu casa. Lo de ayer fue algo muy, muy grande. En serio, no se lo pierdan; y si me hacen caso (que deberían), no se olviden de recibir y saludar como merece al increíble y genial Dean Rispley, al que le mando un enorme abrazo desde aquí.

Y empezó la cosa con un apretón de manos con Ross the Boss. La leche.


2 comentarios:

  1. Joder y me lo perdí!! Me alegro que lo pasaras tan bién!! Ya nos contaras Señor Lolo.

    Como siempre, una gran reseña.

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    1. Gracias Cosamon! Ya comentaremos la jugada cerveza en mano.

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