Atronadores decibelios, chirriantes alaridos, infernales riffs, coplas infractoras de varias leyes...en definitiva, buena música.

lunes, 5 de noviembre de 2012

ON TOUR: SERIE Z 2012 (I)



Era el festival más esperado del año para quien suscribe, culpa de un cartel que se las prometía y deseaba y que no dejaba de generar expectativas para luego sobrepasarlas, amparados por una organización que nos tiene ya acostumbrados a lo mejor. Ante tal efecto nos plantamos la mañana del viernes una expedición compuesta por mis grandes secuaces Miss Marvel y el Dr. Pechuguino para quedar con otro grande como el Recluso Tarkovski, quien nos ofreció techo y lecho, generoso y magnánimo como siempre, y tirar rumbo al Z. Pese al tiempo nefasto de aquel día y lo que tardamos en comer, fuimos parte del sector más fatiga del festival, pues entramos al poco de haber empezado la primera actuación, cuando tampoco había mucha asistencia. La verdad es que llegar tan pronto tuvo sus recompensas, pues me pude ver de frente con Pete French y el resto de los Leaf Hound, que ya comenté hace poco lo mucho que los admiro y si encima resulta que demostraron ser unas grandísimas personas, simpáticas y de educación exquisita, pues mejor que mejor.  Vaya lujazo poder conversar con una leyenda viviente como French.

Pero bueno, como el día fue largo, vamos a contar como fue aquella sesión del viernes. Al turrón:

ARENNA

Cuando entramos estaban ya tocando estos tíos, un joven grupo vasco con gusto por el stoner. La verdad es que el handicap de la hora sumado al mastodóntico bocata que me había comido previamente quizás fueran culpables de que no los disfrutara en su justa medida pero me resultaron posiblemente demasiado stoner para mí. Me gustaría poder decir más y mejor pero no pudo ser, aunque no dudo de que los acérrimos del stoner deban tenerlos en cuenta.

PONTUS SNIBB 3

Ya venían muy recomendados por algunos de mis colegas y vaya si estuvieron a la altura. Un Pontus Snibb que ese día hacía doblete con Bonafide hizo de las suyas en formato trío con ese rock duro y salvaje heredero de AC/DC y Led Zeppelin. La verdad es que fueron un tiro y la perfecta antesala de lo que nos esperaba más tarde. Toda una muestra de esa escena sueca de la que siguen saliendo grupos como hormigas, y no es que me queje, claro, más bien todo lo contrario, uniendo gran calidad a unas puestas en escena impresionantes, que incluyen lanzamiento asesino de baquetas. Están locos estos suecos, que diría el galo.

SCOTT H. BIRAM



Con aforo tranquilo, presumiblemente debido a la ignorancia generalizada, incluyendo a un servidor, sobre este individuo, nos llevamos una de las sorpresas del festival. Scott es un buen hombre con aspecto de camionero redneck (probablemente lo sea) y que se presentó él solo con unas cuantas guitarras, un pedal de bombo y un altavoz para dar rienda suelta a un repertorio extremadamente macarra que hablaba de borracheras y mujeres malas malísimas. Lenguaje soez no, este tío haría sonrojarse a todo el reparto de Spartacus. Muy divertido.

BONAFIDE



Como había cogido un sitio muy cómodo en la primera fila pude comprobar como la sala se iba llenando. No solo la hora era más propicia sino que los propios Bonafide eran uno de los grandes reclamos de este año. Fue precisamente antes de empezar su actuación cuando se nos sumaron a la primera fila el amigo Nortwinds, grande como siempre, con sus muy simpáticos amigos. Siempre es un placer ver un concierto y compartir charla y birras con Nort y durante este festival pudimos montar un buen corrillo con toda la troupe en la primera fila, comentando la jugada y charlando. Además de tener la gentileza de saludarnos en su siempre recomendable y recomendado a la par que genial blog, se ha marcado una crónica que deberíais leer sí o sí.



Volviendo a Bonafide, algunos colegas míos los situaron como vencedores del día. Yo no me atrevería ni puedo atreverme a hacer este tipo de comparaciones porque me resultan imposibles, estos tíos simplemente jugaban en otra liga pero, aún así, no le faltaban razones a mis colegas; menudo recital el de los suecos, liderados por el ya conocido Pontus Snibb. Sin duda saben como meterse al público en el bolsillo, auténticos animales de directo ellos, ya sea no dejando ni un centímetro del escenario y casi de la sala entera sin recorrer o, cómo no, desgranando temazos de altísimo nivel: ahí tuvimos 50 Cent Millionaire, Down, Rebel Machine, Dirt Bound y un final apoteósico con Fill Your Head With Rock. Tampoco faltó un concurso de riffs entre Pontus y Mikael y un Nice Boys Don't Play Rock'n'Roll de Rose Tattoo, uno de esos himnos que suscribo al 100%. Tampoco faltó, por supuesto, lluvia de baquetas asesinas. Tíos simpatiquísimos con los que pude echarme un par de fotos, conseguir que me firmaran el disco e incluso charlar un rato; entre fans de Thin Lizzy siempre nos entendemos, claro.

KENTUCKY BRIDGEBURNERS



Una de sureñismo en vena. El veterano en estas lides Blaine Cartwright (Nashville Pussy, Nine Pound Hammer) volvía a estas tierras con este nuevo proyecto y un estupendo disco, Hail Jesus, bajo el brazo. Cierto es que la tradición en los estados del sur es fuerte pero desde luego Blaine sobrepasó toda idea preconcebida. Un fotógrafo me comentaba extrañado que lo que hacían Blaine y los suyos era gospel y que a él no le parecía, pero tampoco estaba tan alejado, puesto que gospel significa evangelio. Y es que ya nos avisó el propio Blaine cuando dijo que creía en Jesús y no en la Iglesia y que ese iba a ser su leit-motiv y desde luego, vaya si lo fue, resultando una suerte de Stryper rednecks y borrachuzos. Posiblemente si cada vez que Blaine cante "Jesus" uno se tomara un chupito la cogorza iba a ser, nunca mejor dicho, bíblica; y algo así tuvo que hacer el propio Blaine pues terminó el día escoñadísimo. Aún así, me dedicó el disco con un God bless you muy simpático (y legible).

Así de memoria, creo que el Hail Jesus lo tocaron casi entero, junto con más canciones de corte más profano. Una actuación genial únicamente ensombrecida por un sonido que no estuvo a la altura, embarullando demasiado e impidiendo que fuera una actuación redonda.

LEAF HOUND



Y llegó uno de los momentos que más esperaba y ya lo sabéis. Solo puedo decir que desde aquella primera fila, enganchado a la valla, vi y escuché magia. A Miss Marvel le dije que me había quedado absorto por completo, totalmente ausente del mundo; todos mis cinco sentidos (y si tengo habilidades extrasensoriales, también) estaban puestos en el escenario, donde el legendario Frenchie nos dio una lección a todos, conservando una voz capaz de hacer callar a muchos de sus colegas de la época, los que entonces acabaron bailando con la más guapa. Impresionante Pete, rodeado de una excelentísima banda, destacando al virtuoso guitarrista Luke Rayner (también simpatiquísimo fuera del escenario, por cierto).



Con un repertorio formado por temas del mítico Growers of Mushroom (una soberbia Work My Body, Drowned My Life in Fear, Stray, Freelance Fiend...) y su reciente y fantástico Unleashed (Too Many Rock'n'Roll Times, The Man With The Moon In Him...) había que añadir algún tema de Atomic Rooster, como ese Breakthrough que se marcaron. Sin palabras me dejaron; estos tíos merecen un monumento. No os los perdáis si tenéis la ocasión.

THE FLAMING SIDEBURNS



Pese a los años que llevan en esto, poco conocía yo a esta banda finlandesa con peculiar líder argentino. Lo poco que conozco es que tocan un punk-rock muy garagero con cosas muy interesantes pero que siendo francos no me motivan como otros. Lo cierto es que su actuación fue cojonuda, con un Speedo Martinez imparable e incansable, subiéndose a todos lados y liándola parda con un reconocible parecido a Jagger.

Sin ser de mis preferidos, una gran y muy divertida actuación. Si no puedo hablar más de ellos es por lo poco que los conozco, sorry.

MARTIN TURNER'S WISHBONE ASH




Como os podéis imaginar, estos eran otros que me hacía mucho ilusión ver pero parece que no era un sentimiento muy compartido. Había cierta incertidumbre y muchas dudas sembradas entre el público que, supongo que como yo, no teníamos la más mínima idea de qué había sido de tan mítica banda setentera que se presentaba con un único miembro de su formación original. Y ahí que salíó Martin Turner completamente ataviado de blanco, cual Tom Wolfe rockero con una banda que parecía recién salida del pub y de edad similar. Si alguien tenía algo que decir fue ahí donde toda la sala calló; menudo conciertazo tuvimos la suerte de presenciar.

Para los que, como yo, tenemos el Argus como disco de cabecera no pudimos pedir más esa noche: Throw Down The Sword, The King Will Come, Sometimes World, Warrior y, como no, la grandiosa Blowing Free. No todo fue Argus, claro, ahí tuvimos también Ballad of the Beacon, Rock'n'Roll Widow, No Easy Road y final con Jailbait. Algo más relajado, claro que sí, pero es que el señor Turner venció y convenció con clase y estilazo. No solo demostró que quien tuvo retuvo sino que los Wishbone Ash, sin duda, eran algo muy, muy grande.


Y así terminó un viernes que no fue sino el primer asalto. Camino de vuelta a casa a lamerse las heridas unos, a echar unos agradables bourbons previos a recuperar energías otros. Sin lugar a dudas, el sábado iba a ser muy grande...




4 comentarios:

  1. Pues si, grandes bandas y gran compañia,of course, como debe ser. Coincido contigo al 100% tio, a destacar tambien la gran organizacion. Siempre es un placer compartir concierto con vosotros, y conocer a Marta, Derfel y Jose Luis. Un abrazo, y a esperar el dia 2

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Lo mismo digo, tío. Siempre un placer encontrarte en estas movidas y poder ver tan grandes conciertos con tan grata compañía! Un abrazo!

      Eliminar