Atronadores decibelios, chirriantes alaridos, infernales riffs, coplas infractoras de varias leyes...en definitiva, buena música.

martes, 17 de abril de 2012

ON TOUR: DIRTY YORK



Nunca suelo escribir mucho de conciertos, la verdad. Podría decirse que suelo asistir a un número decente de actuaciones, preferentemente las que me permite mi situación espacial y económica y, aún así, partimos de la base de que uno va a muchos menos conciertos de los que le gustaría. Pero la verdadera razón es que no se hacer crónicas, reseñas o críticas de conciertos o, por lo menos, una que merezca la pena ser escrita y leída. Así pues, he asistido a conciertos geniales como el de The Last Vegas recientemente y no escribí ni una sola línea y no es porque no las merecieran porque menudo conciertazo que se pegaron.

Así pues, prefiero hacer como con Vargas, Appice & Shortino meses atrás y compartir algunas impresiones, inconexas o no, del magnífico show que ofrecieron los australianos Dirty York hace una semana escasa.

Poco conocía yo de estos chavales de las antípodas pero suficiente como para convencerme de que merecía la pena ir a su concierto, pues el precio de la entrada tampoco era digno para ser llamado sacrificio y su reputación les precedía como auténticos animales de directo. Además, Miss Marvel y yo tuvimos la suerte de encontrarnos allí a un querido amigo como es el Recluso Tarkovski (siempre seudónimos, of course). Falsa casualidad porque Tarkovski se apunta a todas y lo raro era no encontrárselo allí, en compañía de otros colegas.

Así pues, y tras unas birrejas de rigor, aparecieron los Dirty York dando un señor conciertazo de dos horas antes apenas cincuenta espectadores aproximadamente. No vamos a discutir sobre el tema de la asistencia a los conciertos ahora pero la verdad es que se puede decir que los pocos que estuvimos allí fuimos unos privilegiados, pues Dirty York es un grupo que tiene muchísimo que ofrecer y cuya escucha recomiendo encarecidamente, por no mencionar la asistencia a sus bolos.



"Así es como se canta una balada, con un tercio de Budweiser en la mano" dijo Tarkvoski refiriéndose a un Shaun Brown que ha sido bendecido con un vozarrón muy, muy similar al de Chris Robinson. Las comparaciones siempre son odiosas pero inevitables, Dirty York tiene mucho de Black Crowes y bastante también de Rolling Stones con guitarras muy de Lynyrd Skynyrd, pero lejos de ser un aspecto negativo, es un grupo que tiene una manera personal y efectiva de conjuntar esos ingredientes y meter la cabeza en este panorama de rock sureño alejado de su madre patria y que se mueve en terrenos más underground.

Luke y Benny demostraron ser una gran pareja de guitarras, con un arsenal clásico, perdición de quien esto escribe, y que no dejaron de aportar el sonido perfecto para tanta sureñada, sin olvidar a una base compuesta por Juzzie al bajo y Wolfie a la batería, acompañados a su vez de Ammiel a las teclas, que le dio el toque de Hammond ideal.

El repertorio fue ni más ni menos que el que compone sus dos discos, uno de los cuales adquirí allí mismo y que no duden que aparecerá por aquí un día de estos. Así llenaron dos horas de rock'n'roll sureñizado y enérgico como pocos grupos de su cuerda hemos podido ver. Encima resulta que son unos tíos enrolladísimos y estuvimos hablando con ellos largo y tendido. Con ellos y con la simpatiquísima novia de Benny, Lizzy, con quien echamos un buen rato Miss Marvel y yo.

Un show de rock de altísimo nivel con un grupo que es mucho más que una promesa y que sabe que la diferencia entre el escenario y el suelo es un pequeño escalón y que no dudan en compartir charla y birra con sus espectadores. Como yo les decía, un privilegio que no es nada exclusivo así que no tienen más excusa para no beneficiarse de tal privilegio y no se los pierdan, ¡háganse ese favor!



DIRTY YORK

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