Atronadores decibelios, chirriantes alaridos, infernales riffs, coplas infractoras de varias leyes...en definitiva, buena música.

jueves, 19 de abril de 2012

DISCOS QUE TENGO TIRADOS POR AHÍ (L): ELVIS PRESLEY - ELVIS PRESLEY (1956)



Hace poco que fue el día de la República y casualmente estamos en unos días en los que tenemos a la corona un poco revuelta por sus pequeños conflictos armados caseros. No es este el momento ni el lugar de discutir sobre monarquía y demás pero sincerándome con ustedes, uno solo reconoce como reyes a los del lejano oriente (que parece que cada 6 de enero me recuerdan que me he portado bien o que les engaño de maravilla) y, cómo no, al Rey. El único.

Un servidor nunca ha sido de los de peregrinar a Graceland con traje del Capitán Marvel Jr. tuneado (¿no lo sabían?) y tupé engominado (tarea algo imposible esta) pero la devoción por Elvis es algo que uno lleva dentro sin llegar a las altas cotas de fanatismo que se pueden ver entre sus muchos y peculiares mitómanos. Elvis era muy grande para este mundo, Sam Phillips lo supo, el Coronel Tom Parker también y, ahora, lo sabemos nosotros.

Así pues, muchísimos años antes de poner Las Vegas a sus pies y por debajo de su oronda barriga, allá por el 56, Elvis graba en los estudios de RCA su primer trabajo de larga duración, que, gracias a su reedición del 99, que es la que tengo tirada por ahí, incluye las grabaciones originales para Sun Records. Un primer trabajo que, como venía a ser máxima en la época, constaba de versiones en su extensa mayoría (Little Richard, Carl Perkins, Ray Charles y demás artistas históricos) pero que Elvis hacía tan suyas como de sus autores legítimos pues entre los surcos y lasers de este disco se hallan el inigualable talento, grandiosa aptitud (y actitud) y el tremendo carisma del de Tupelo.

El pistoletazo de salida lo da nada más ni nada menos que un clásico de la talla de Heartbreak Hotel, del que poco más se puede añadir. Todo un edicto real firmado con toda la chulería del Mississippi, nada más que decir. I Was The One es todo un ejemplo del rock cincuentero de vertiente más ñoña que tipos como Frankie Avalon cursificarían hasta límites hiperglucémicos pero, llamenlo fanatismo, no es el caso del Rey y su naturalidad solemne.

Elvis es rockabilly y Blue Suede Shoes así lo demuestra, pero también sabe dónde están sus raíces y no olvida el country en un tema tan accesible como I'm Counting on You (que grandes pianistas fueron Shorty Lang y Floyd Cramer!) ni el soul de I Got a Woman. One-sided Love Affair es otro enérgico tema del Elvis más rockabilly, con esos geniales pianos, mientras que I Love You Because pertenece a su faceta más intimista. Cuidado que nunca se puede decir que una balada de Elvis sea una moñada ni aunque se lo proponga, pues la solemnidad de su voz e interpretación me siguen pareciendo muy únicas en su especie; qué le vamos a hacer, uno que lo valía.

Just Because es otra de mis preferidas del disco, entre otras por el genial trabajo de guitaras, pues en este álbum encontramos dos de las mejores guitarras de los años 50 sin duda alguna: Scotty Moore y Chet Atkins. El archiconocido Tutti Frutti con el que el joven Ray y la pequeña Peggy Sue quemaban las pistas de baile da paso a la estupenda Trying To Get To You, ejemplo del rock sobrio y de tan buena factura de este Elvis primerizo.

Volvemos al rock vacilón y al intimismo más folk con I'm Gonna Sit Right Down and Cry (Over You) y I'll Never Let You Down, respectivamente, para pasar a una de sus baladas más inmortales, la grandísima Blue Moon. Money Honey es uno de esos temas cargados con los excesos y manierismos de Elvis que hacen de este disco una obra más completa aún si cabe, al igual que ocurre con otro clásico del planeta de las jukebox, las cocacolas con pajita, los batidos con nata y cereza en lo alto y las camareras con patines sirviendo hamburguesas: Shake, Rattle & Roll, que popularizara Bill Haley.

Bill Black marca con su línea de bajo uno de mis clásicos preferidos del Rey: My Baby Left Me. Es en estos momentos cuando el estado de felicidad al que llego con este disco en mis orejas se convierte en un nirvana particular. Una excelente Lawdy Miss Clawdy y un I Want You, I Need You, I Love You digna del particular crooner-rocker (patriarca de los posteriores cock-rockers) que era Elvis, echan el cierre a este magnífico disco.

Como decía Bob el Inglés, personaje interpretado por Richard Harris en Sin Perdón, la magnificencia de la monarquía es suficiente para que a cualquiera le tiemble el pulso ante su presencia. Si hubiera llegado a conocer a Elvis, desde luego que noo se equivocaría. ¡Larga vida al Rey!

Keep on rockin'!

ELVIS PRESLEY - ELVIS PRESLEY


Elvis Presley – vocals, guitar, piano
Scotty Moore – guitar
Chet Atkins – guitar
Floyd Cramer – piano
Shorty Long – piano
Marvin Hughes - piano
Bill Black – bass
D. J. Fontana – drums
Johnny Bernero – drums on "Trying to Get to You"
Gordon Stoker - backing vocals
Ben Speer - backing vocals
Brock Speer - backing vocals

2 comentarios:

  1. Hola, Sir. Te acabo de enlazar el blog en Zeppelin Rock Sabbath, que creo que no lo había hecho. Y puse también en la lista ese enlace que me dijiste. ¿Ok?

    Un saludete.

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    1. Gracias, mon ami! Yo también te tengo enlazado por aquí.

      Saludos!

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