Atronadores decibelios, chirriantes alaridos, infernales riffs, coplas infractoras de varias leyes...en definitiva, buena música.

miércoles, 8 de agosto de 2012

DISCOS QUE TENGO TIRADOS POR AHÍ (LXIV): WISHBONE ASH - ARGUS (1972)



Pese a los tiempos que corren, no todo va a ser malas noticias. De hecho, la organización del Festival Serie Z ha sido últimamente (y no tan últimamente) una fuente de buenas noticias y la última nueva casi me hizo entrar en un estado de euforia con gritos y saltos incluídos y no era nada menos que la confirmación de la asistencia de los míticos Wishbone Ash en tan magno festival, sin duda un nombre de oro en un cartel que desde luego tiene bemoles (ahí tienen además a Y&T, Warrior Soul, Dan Baird...ahí es nada!).

No se si un servidor es así de afín a las causas perdidas pero siempre he tenido una gran devoción hacia este grupo que, vale, no es la primera vez que utilizo términos como "infravalorados" o "poco reconocidos" para referirnos a más de un grupo de los que ha asomado por aquí y tampoco quiero defender a un grupo en base a una ristra de lloriqueos pero sin Wishbone Ash y su sonido de guitarra no habríamos tenido ni Iron Maiden ni nuestros Barón Rojo...¡incluso ni Thin Lizzy! Y lo digo así, tan pancho, pasándome la mano por mi rasurado cráneo. Más de una vez me he enzarzado en discusiones defendiendo a estos tíos frente a metaleros cerrados y testarudos que creen que esto de los dobletes de guitarra fue un invento de los Maiden e incluso Helloween (una de las chorradas más grandes que he escuchado nunca) cuando este Argus del que vamos a hablar hoy seguro que pasó más tiempo en los tocadiscos de los músicos de estas bandas que en sus estanterías. La influencia está ahí y si no te gusta, pues vale, pero no hay más ciego que el que no quiere ver.

Terminado este exabrupto, volvemos a estado de Dr. Jekyll mal que me pese, pues en este disco el cerebro no tiene nada que hacer frente al corazón y las tripas, pero sí es verdad que es un trabajo donde los temas están cuidados al detalle, sin que resulten presuntuosos, con un gran trabajo detrás de la banda del señor Derek Lawrence ayudado por un joven ingeniero de sonido llamado Martin Birch (¿adivinan con quienes trabajó este señor más tarde?), con un énfasis en las guitarras, que rara vez van solas. Me atrevo a decir también que es uno de los mejores discos para rascacuerdas, con esos juegos de riffs, solos y dobletes por obra y gracia de Ted Turner y Andy Powell que son una delicia para las orejas. No obstante, ni que decir tiene que esto no se queda en mero ejercicio, es todo un discazo de hard rock, muy elegante, con algunos temas fácilmente elevables a la categoría de himnos.

Con temas extensos pero que no se hacen para nada pesados, el más duradero de ellos es el que comienza este disco, un tremendo Time Was que empieza mostrando el lado más folk del grupo, acústicas incluidas, evolucionando al rock personalísimo de la banda, que se apoya en otra constante del grupo: unas preciosas armonías vocales, santo y seña de la banda, a cabo de la dupla guitarrista junto al bajista Martin Turner. Tema que alcanza su climax para enlazar con la siguiente, otra joyita llamada Sometime World que también parece cogerle gusto a ir in crescendo. Sin embargo, posiblemente el himno de la banda, incluido en este trabajo es la magistral Blowin' Free, tema con el que descubrí a esta banda (supongo que al igual que más de uno) y que me dejó con ganas de más, algo de lo que no se arrepiente uno. Blowin' Free es un temazo de los que dejan los vellos de punta, donde toda nota es perfecta y guitarrísticamente maravillosa. Pocas palabras o ninguna pueden decirse que hagan justicia a semejante canción.

The King Will Come es otra mezcolanza de rock duro con un punto folkie, empezando con un ritmo parecido a una marcha militar que le aporta cierta épica y que contiene unos solos preciosos, por cierto. Leaf And Stream sí que apuesta más por el folk, con un ambiente más lúgubre pero que no le hace perder ni un ápice de calidad, pues es una canción estupenda. Pero si cuando pegan un bandazo hacia el folk funcionan bien los Wishbone Ash, no os digo nada cuando viran hacia el rock con toda su energía, como ocurre con la impresionante Warrior, otra de mis preferidas. La segunda vez en un mismo artículo en la que me quedo corto de palabras para hablar de una canción pero ciertamente para el que la conoce no hay definición y el que no la ha oído aún no las necesita (dicho esto, id corriendo a escuchar tanto esta como el disco entero ya, si no lo habéis hecho aún).

Para terminar y rematar la faena, Throw Down The Sword, manteniendo la épica del álbum y firmando un final maravilloso, porque el rock con actitud y ganas no siempre va reñido con la elegancia e incluso algo de sofisticación resultando en otro tema demoledor. Y si como yo, os podéis hacer con la edición que se publicó en 2007 con tres temas en directo (Jail Bait, The Pilgrim y Phoenix), podréis comprobar cómo se las gastaban en directo. En noviembre tendremos la ocasión de comprobarlo nosotros, en esta ocasión con una formación distinta dirigida por Martin Turner; mientras tanto, tampoco creo que vayamos a darle descanso a este Argus.

Keep on rockin'!

WISHBONE ASH - ARGUS


  1. "Time Was" 
  2. "Sometime World" 
  3. "Blowin' Free" 
  4. "The King Will Come" 
  5. "Leaf and Stream" 
  6. "Warrior" 
  7. "Throw Down the Sword"




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